El Salto de la Compañía Eléctrica "Santa Teresa"
La revolución industrial en la Sierra de Aracena tuvo especial relevancia en el término municipal de La Nava a principios del siglo XX. De la mano de personajes como Román Talero, ingeniero naval y un visionario, se trajo la electricidad a gran parte de la comarca. Para ello se utilizó la fuerza del agua.
Una obra que dió lugar a la creación de una central hidroeléctrica en el cauce del Múrtiga y que se terminó en 1930. Mediante el impulso del agua se produjo electricidad hasta hace relativamente poco tiempo. Las instalaciones constaban de una presa, ubicada en Las Chinas, desde la que se desviaba el agua hacia la gran acequia o lieva ( de 3200 metros de longitud) que por gravedad la conducía hasta el embalse artificial construido sobre un cerro, dicho embalse tiene una capacidad de 28.000 litros.
Desde ahí mediante un sitema de compuertas, un dique y tubos se dejaba caer sobre las turbinas ( con un desnivel de 82 metros de altura) que transformaban la fuerza del agua en corriente eléctrica.
Desde La Nava hasta "El Salto" hay un pequeño paseo a pié que nos conduce por la N-435, sentido Galaroza, hasta el paraje.
Se accede en el mismo punto que al alojamiento de los amigos Isi y Rafael, visible por la señalización que indica "Finca Huezna".
Bajando el camino a mano izquierda llegamos a una explanada que nos dá la primera visión del pequeño puente de acceso a la estación.
El Múrtiga en este punto ofrece un verdor constante en cualquier época del año.
La visita puede servir para tomar la merienda en este punto y disfrutar del cauce al que puede accederse a pié.
Otra opción es volver hasta el camino de acceso y continuar cruzando sobre el puente con barandas de madera que salva el río y que es digamos el acceso rodado a la estación hidroeléctrica y al resto de fincas.
De frente a este puente observaremos una cancela, sin candado, que da acceso a una finca particular. Dejando la cancela como la encontremos podemos subir hasta el embalse, orientándonos siempre por la propia estación, ya que el embalse se encuentra en la perpendicular subiendo hacia la izquierda.
Llegando a la cima del cerro divisamos la construcción imponente. Hay que advertir que nos encontramos en una propiedad privada por lo que respetaremos todos los elementos que veamos. También hay que señalar del peligro de acceder al muro del embalse por la altura a la que se encuentra.
Hechas estas salvedades podemos admirar la gran obra de ingeniería e imaginar el rumor del agua por la gran acequia. Pensar en las gentes que participaron en la ejecución de esta obra, muchos de ellos vecinos de La Nava y en los que posteriormente fueron trabajadores de la Compañía Eléctrica "Santa Teresa", hoy parte de Endesa, y que tuvo su sede en El Repilado.
La revolución industrial en la Sierra de Aracena tuvo especial relevancia en el término municipal de La Nava a principios del siglo XX. De la mano de personajes como Román Talero, ingeniero naval y un visionario, se trajo la electricidad a gran parte de la comarca. Para ello se utilizó la fuerza del agua.
Una obra que dió lugar a la creación de una central hidroeléctrica en el cauce del Múrtiga y que se terminó en 1930. Mediante el impulso del agua se produjo electricidad hasta hace relativamente poco tiempo. Las instalaciones constaban de una presa, ubicada en Las Chinas, desde la que se desviaba el agua hacia la gran acequia o lieva ( de 3200 metros de longitud) que por gravedad la conducía hasta el embalse artificial construido sobre un cerro, dicho embalse tiene una capacidad de 28.000 litros.
Desde ahí mediante un sitema de compuertas, un dique y tubos se dejaba caer sobre las turbinas ( con un desnivel de 82 metros de altura) que transformaban la fuerza del agua en corriente eléctrica.
Desde La Nava hasta "El Salto" hay un pequeño paseo a pié que nos conduce por la N-435, sentido Galaroza, hasta el paraje.
Se accede en el mismo punto que al alojamiento de los amigos Isi y Rafael, visible por la señalización que indica "Finca Huezna".
Bajando el camino a mano izquierda llegamos a una explanada que nos dá la primera visión del pequeño puente de acceso a la estación.
El Múrtiga en este punto ofrece un verdor constante en cualquier época del año.
La visita puede servir para tomar la merienda en este punto y disfrutar del cauce al que puede accederse a pié.
Otra opción es volver hasta el camino de acceso y continuar cruzando sobre el puente con barandas de madera que salva el río y que es digamos el acceso rodado a la estación hidroeléctrica y al resto de fincas.
De frente a este puente observaremos una cancela, sin candado, que da acceso a una finca particular. Dejando la cancela como la encontremos podemos subir hasta el embalse, orientándonos siempre por la propia estación, ya que el embalse se encuentra en la perpendicular subiendo hacia la izquierda.
Llegando a la cima del cerro divisamos la construcción imponente. Hay que advertir que nos encontramos en una propiedad privada por lo que respetaremos todos los elementos que veamos. También hay que señalar del peligro de acceder al muro del embalse por la altura a la que se encuentra.
Hechas estas salvedades podemos admirar la gran obra de ingeniería e imaginar el rumor del agua por la gran acequia. Pensar en las gentes que participaron en la ejecución de esta obra, muchos de ellos vecinos de La Nava y en los que posteriormente fueron trabajadores de la Compañía Eléctrica "Santa Teresa", hoy parte de Endesa, y que tuvo su sede en El Repilado.
Hoy hablamos de renovables y sostenibilidad y hace 120 años ya era una realidad palpable en la Sierra, dicha realidad nos ha sido entregada por nuestros antepasados y nos estaría mal repetir "en lo bueno" aquella historia.
Os dejo las imágenes que a buen seguro ilustrarán mejor la visita:
Para aquellos que quieran saber más de este tema recomendamos los siguientes enlaces:
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