Da gusto re-encontrarse de nuevo con los aromas y paisajes portugueses.
Un corto viaje que se hace duradero en la memoria por la calidez y calidad de la gente y los servicios que allí se dispensan.
Un sector turistico veterano con influencias anglosajonas y que maneja a la perfección la idea de agradar al visitante y procurar servicios ajustados en precio y con gran calidad: la restauración roza la perfección y los productos que el mar y las tierras del Algarve ofrecen al visitante ayudan mucho a que la grata experiencia nos haga volver una y otra vez a repetir costumbres aunque se cambie de localización.
Esta vez nos adentramos en Olhao, la segunda población del Algarve. Ubicada en la Ría Formosa es un lugar ideal para el descanso y el conocimiento profundo de las buenas gentes de Portugal.
El Hotel Real Marina Spa un 5 estrellas de la cadena Hoteis Reais se encuentra justo delante de la marina deportiva de la población y con vistas a las Islas de Armona y Culatra, donde el baño, en época estival debe resultar increíble, al menos si lo comparamos con la anterior experiencia en Cacelha Velha, tras un corto viaje en los barcos-taxi.
Del hotel sólo podemos contar cosas buenas, fue inaugurado en Julio de 2010 y es encantador.
Cuenta con picina exterior, piscina interior climatizada con Jacuzzi y Spa: saunas, gimnasio y cabinas de masaje. Un restaurante y dos bares completan la oferta de este Hotel.
La única pega la encotramos en su página web, dónde mezclan imágenes virtuales con reales, siendo estas últimas mucho más aconsejables para garantizar la realidad de la visión del entorno, que supera con creces a las infografías. Además se crean dudas al escribir en la web ALGARBE, con "B", cosa que no entendímos muy bien.
El personal es exquisito y muy simpático en la atención y las instalaciones son de gran calidad.
A un paso de las zonas comerciales y de los mercados: uno de los principales motivos (junto con las playas y la gastronomía) para visitar esta localidad, que reúne el sábado a los labriegos (con sus productos todos de impresionante calidad ( naranjas, limones, tomates, lechugas, rábanos, coliflores, patatas, etc) con los pescadores.
Los puestos fijos del mercado, que cuenta con dos naves, una exclusiva dedicada al Peixe y otra de furtas, verduras y carnes, se ven el sábado acompañados por una multitud de pequeños puestos ambulantes dónde mujeres y hombres, ancianos y ancianas en algunos casos, comercian, todos al mismo precio (algo inusitado en Espanha) sus mercancias.
La animación y el ambiente están garantizados. Los Snack bars y restaurantes aledaños, que se cuentan por decenas, bullen en un trajín de gentes que lo mismo toma cervezas que "torradas" (tostadas) con sumo de laranja.
Pudimos conocer algunas ilustres personas en locales como el "Cantaloupe, Jazz Bar", y el "Ta Pronto".
Un lujo pasar unos días degustando los grandes sabores algarvianos y de la fantástica cocina portuguesa: rodizio de peixe (impresionante buffete de pescado grelhado hasta decir basta), almeijoas, camarao, cataplanas, arroces y las carnes a la parrilla muy recomendables para alternar la abundancia marítima.
Sin duda para volver en verano y satisfacer la necesidad de sodio en la piel.